LA PERSEVERANCIA DE UNOS VINOS, “LOS OPORTOS”

El mundo del vino camina rápido, tan rápido, que no nos da tiempo a los sumilleres o personas integradas en el mundo del vino a digerir todo lo que sale al mercado. Son tantos vinos que las botellas se van acumulando progresivamente hasta que les llega el turno de ser descorchadas y catadas. No es ningún esfuerzo, sólo que para catar una botella y darle la importancia que tiene es mejor hacerlo con tranquilidad para poder tratarla como se merece y esto alarga la espera. Es una auténtica vorágine, imposible de asimilar debidamente tantísimos vinos novedosos.
Es indudable que no se puede acceder a todo, y para complicarlo más, están los vinos de importación que también tienen su importancia y hay que conocer, pues a veces nos llegan cosas muy interesantes que no puedes dejar de observar, además de que es interesante valorarlos para tener unas referencias con qué comparar los vinos autóctonos y saber en qué nivel mundial se encuentran estos últimos. Es importante conocer lo nuevo, lo cercano y lo lejano.
Y claro, si sigues intentando realizar esta máxima y catar todo lo que sale, te vuelves loco, y en algún momento hay que decir!!Basta ya¡¡
Este stress lo que hace es que nos olvidemos de los vinos de siempre, ya que pensamos, que quizás no sean tan buenos, cuando sabemos perfectamente que seguro que ha mejorado y posiblemente sean incluso mejores.
El género humano vinícola tenemos tendencia a olvidar pronto lo que nos causó buena impresión y no nos damos cuenta que también, en su momento fue novedad y nos sorprendió. También tendemos a criticar a muchas viejas bodegas por el mero hecho de que buscamos en ellas las innovaciones de las noveles que han generado nuevas praxias vinícolas, como si las viejas o las anteriores estarían ya caducas.
Una vez más tenemos que parar la máquina, y volver a mirar en la estantería las verdaderas joyas que atesoramos, a las cuales ya no prestamos tanta atención como lo hacíamos antes, !!Qué pena¡¡.
Un clarísimo ejemplo de lo dicho son los Vinos de Oportos, Vintage o Tawnis o simplemente los Rubí Reserva. Descorchar una botella de esas es disfrutar del sabor y de los aromas de un vino y de tu historia con ella, pues te acuerdas de muchas catas o cenas con ese final en el que descorchabas uno de estos vinos. ¡¡Pero qué me estoy perdiendo¡¡.
¿Cómo puede ser que me dedique a catar día sí y día también tantos vinos y no le dedique un momento a este glamuroso vino tan tremendamente delicioso?
Quiero hacer una sugerencia a todos los que nos gusta el vino, por favor no olvidaros de degustar un vino de estos!!No, por favor¡¡. No quiero cargarme la delicadeza, la finura, la complejidad, la potencia de unos vinos capaces de darnos momentazos de placer.
Y todo porque están saliendo vinos nuevos como churros al mercado o los elabora fulanito, con todos mis respetos, pero que hace tres días y medio nadie conocía y ahora resulta que está entre los mejores enólogos del mundo, según las sempiternas y dichosas Guías de Vinos, de las que algún día hablaré. Y como consecuencia nos olvidamos de un vino o de varios tipos de vinos que tienen una historia de más de quinientos años y los estamos dejando en la cuneta.
Por todo esto, reivindico los Vinos de Oporto en general, y dentro de esa reivindicación, sé que cada uno tendremos nuestras preferencias y nuestra idea sobre alguna bodega en concreto. Yo me quedo con la que me parece un espectáculo de bodega: los vinos Taylor’s y dentro de éstos me quedo con la añada del LBV 2012!!Cómo está¡¡.
Si no lo habéis catado aun, por favor!!Probadlo¡¡. Además las malas lenguas dicen que es mejor el del año que viene.
!!Seguro que sí¡¡.
Yo los caldos de esta imprescindible bodega ya los he degustado en varias ocasiones y en las primeras, me gustaron, y en estas últimas, me han encantado.

El paladar no sabe de tradición o innovación sólo sabe de sensaciones placenteras.