Es de origen francés, una uva que cada día tiene mas presencia en las cartas de vinos y tiendas de vinos. es difícil no encontrar una referencia de esta uva.
LA MAGIA DE LA CHENIN BLANC.
Los primeras cepas de esta uva blanca autóctona de la zona de Anjou, saumur, Chinon y pueblos cercanos, data del siglo IX. Su origen es por una probable selección de la variedad tinta Chenin Noir. El cultivo se extendió de forma que llegó al lugar de donde pudiese haber tomado su nombre, el Mont Chenin.
En 1999 el análisis de ADN demostró que la Chenin blanc tiene una relación filial con la uva del Jura Savagnin. Además, la evidencia de ADN demuestra que la Chenin blanc es medio-hermana de la trousseau y de la Sauvignon blanc (ambas con una relación filial con la savagnin) lo que sugiere que la Chenin blanc es la descendencia y que la savagnin es la variedad padre. Aunque la Chenin es medio-hermana de la Sauvignon blanc, la uva tiene una relación tía/sobrina con la variedad de Burdeos llamada Cabernet sauvignon, que es descendiente de la Sauvignon blanc y de la cabernet franc.
En catas que hemos realizado recientemente podemos asegurar que tanto en nariz, como en boca su parecido con la Sauvignon blanc es evidente. Donde,
La variedad es de brotación muy temprana y de vigor medio. La baya tiene un ciclo de maduración de medio a tardío.
Los racimos son de tamaño mediano y compactos. Las bayas son elípticas de tamaño mediano y color verde dorado. El hollejo es delgado. La baya da un mosto de alto contenido en azúcar y una elevada acidez.
Con la uva Chenin Blanc se pueden elaborar vinos blancos dulces, semidulces, secos, y otra variante como los espumosos.
Los vinos de la variedad Chenin Blanc presentan tonalidades amarillo verdosas con reflejos dorados. En aromas recuerda a repostería y frutos secos y frutas tropicales. En definitiva Son vinos afrutados y con un buen cuerpo y una buena complesión, una acidez adecuada que les proporciona frescura.