Bajo mi punto de vista, es en el año 1994 cuando realmente empieza el «boom» del vino, se ponen de moda las nuevas costumbres de probar vinos nuevos y empieza la vorágine de marcas. Uno tras otro se suceden en el mercado, vinos de todos los estilos, zonas, países totalmente desconocidos para una gran mayoría de los consumidores que ni siquiera sabían que se hacia vino más allá de la Rioja. De hecho cuando mencionabas que también se hacía vino prácticamente en todo el mundo, la gente alucinaba. Ahora todo ha cambiado y nos parece lógico y normal encontrar vinos en todas partes, aunque siempre hay alguno que sigue en sus trece.
Con ese «boom» aparecen también muchos de esos vinos de los que tanto se ha escrito y han estado casi bajo llave durante tantos años y no por gusto o capricho; si no por falta de demanda debido principalmente a su desconocimiento. Esos vinos eran exclusivos para clientes elitistas de tiempos pasados que ahora son accesibles para otro tipo de consumidores y es gracias a esto que siguen con un pie en el mercado.
Ahora mismo escribo esto y aun así me resulta extraño; hay multitud de gente que no sabrían poner en el mapa una denominación de origen tan importante como Priorato. Hay vinos muy especiales y algunos totalmente olvidados. Vinos que gente consumidora habitual y pudiente económicamente ni siquiera ha oído hablar de ellos. Vinos que a su favor hay que decir que no son tan caros, sobretodo comparados con esos tintos llamados «de Autor» que no llegan a los 3 años y por tanto no han tenido tiempo de conjuntarse.
Oportos, Sauternes, Tokajis, Madeiras, Vinos de Hielo y por supuesto los Champagnes, aunque estos siguen teniendo un mercado muy amplio y otros vinos por los que siento una debilidad especial no dejan de sorprenderme, son los generosos. La verdad, no entiendo tanto olvido en estos vinos, se habla con la boca pequeña de ellos pero nunca con la contundencia que se merecen. Personalmente me gustaría, ver en ese panel de vinos olvidados y recuperados a los Finos, Manzanillas, Palos Cortados Amontillados y Olorosos Dulces y Secos, Fondillones, Pedro Ximenez y tantos otros …¡que pena!
¿Cuánto echamos de menos a estos vinos? ¿cuánto daríamos por volver a recuperar al cliente de estos vinos y a la vez de contarle una historia bonita y real sobre ellos?. Hoy día seria bueno que muchos de los profesionales del sector del vino, me refiero, a: sumilleres, camareros, bodegueros, comerciales, negociantes, etc… llevaran en su mente escrita alguno de estos vinos, para contar ¿cuanta riqueza atesoran en el interior de botas, barricas, pipas, fudres, goöng, botellas esta clase de vinos?, y no tanto hablarles de lo ultimo que ha salido al mercado, aún sabiendo, que al vino le falta mucho recorrido todavía en botella,
y si no lo sabes, deberías, valorar la estancia en una botella de vinos con una capacidad sabor y gusto inalcanzable para otros vinos que nos bebemos sin darle tiempo a desarrollar gran parte del potencial que se supone tendrá en el futuro.