Sin duda, una de las cosas más interesantes del vino es identificar la personalidad y característica de cada una de las variedades de uvas. Yo personalmente valoro el conocer más profundamente el vino elaborado con un solo tipo de uva; es sin duda un buen argumento para acercarte y describir mejor el vino.
Hay quien sostiene y con mucha razón, que los vinos ensamblados con varias uvas adquieren una personalidad especial, pero, en el caso de identificar zonas y características entiendo que mejor solas.
No rechazo ninguna de las dos, y deseo, que tanto un vino como otro, sean excelentes, pero si puedo elegir, prefiero conocer la radiografía integra de la variedad.
La pasada tarde, disfrutamos mucho de estos vinos; el resumen final, es que cada uno de ellos aporta una solvente identidad, imprimiendo un carácter especial y único.
Empezamos la cata con un Borgoña pinot noir de Remoissenet, seguimos con un cabernet franc del Penedés de Albert Mila, continuamos con un pinotage de Diemersfontein de Sudafrica, seguimos con un malbec de la Patagonia de bodegas El Fin del Mundo, y finalizamos con el merlot de Sudafrica de Saxemburg. El resultado de la cata espectacular, .
Si tenéis oportunidad, os invito a descubrir lo que se esconde en el interior de cada una de estas botellas. No me cabe ninguna duda, que os sorprenderá.